La importancia del agua

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perro agua

Quizás a la inmensa mayoría de los consumidores de este genuino elemento les sea difícil valorar su gran importancia, ya que, en la mayoría de los casos su obtención es tan simple como simple es el mecanismo de abrir un grifo. Nuestras mascotas dependen una vez más de sus propietarios, dependen de su preocupación e interés para que su mejor amigo disfrute diariamente de agua fresca y en correcto estado; algo imprescindible para el correcto funcionamiento de todos los órganos y aparatos.

Tengamos presente que hablamos de un producto importantísimo, del nutriente esencial y en muchos casos el menos valorado; pensemos por un momento en las personas y animales que por diversas circunstancias no pueden disfrutar a diario de su aporte esencial de agua.

EL NUTRIENTE MAS IMPORTANTE DE LA DIETA

Una dieta correcta es la principal condición para que nuestras mascotas disfruten de la mejor salud; un animal sano tiene un 50-60% de su peso total en forma de agua y los cachorros pueden llegar a un 75% de agua del total de su peso corporal.

Una correcta alimentación debe incluir de forma equilibrada los siguientes nutrientes:

- Agua.

- Hidratos de carbono.

- Proteínas.

- Grasas.

- Minerales.

- Vitaminas.

Todos ellos son necesarios para el correcto estado de nuestra mascota, ya que cumplen unas importantes y vitales funciones:

- Forman parte de los “materiales de construcción” que el organismo de la mascota utiliza para “montar” su “estructura”.

- Intervienen en las reacciones químicas que se producen en el organismo del animal.

- Transportan sustancias de todo tipo dentro, a través y fuera del organismo.

- Tienen una importante función en la regulación de la temperatura corporal.

- Hacen que los alimentos sean más o menos apetecibles para el consumo.

- Proporcionan energía.

El agua participa activamente en la práctica totalidad de estas funciones, con la excepción de la última: el agua no proporciona energía propiamente dicha, aunque nos parezca el mejor “combustible” cuando el calor aprieta.

OBTENCIÓN DEL AGUA

Nuestras mascotas deben disponer siempre de agua limpia y a una temperatura agradable (ni fría, ni caliente), ya que si no cumplimos con estas simples condiciones, consumirá una menor cantidad de la que sería conveniente para cubrir sus necesidades; por el contrario, si el agua está “en su punto”, el animal beberá la cantidad necesaria para su mantenimiento.

Un animal puede sobrevivir tras la pérdida de casi la totalidad de su glucógeno; también tras la pérdida casi total de su grasa almacenada e incluso también sobrevive si sufre una pérdida de la mitad de sus proteínas; pero si nuestra mascota sufre una pérdida del 10 % del agua total de su organismo, los daños producidos serán de gravedad, y si la pérdida alcanza el 15 %, la muerte será un hecho seguro.

Ante estos datos, nuestras mascotas necesitarán conseguir agua de la forma que sea, y para ello la naturaleza les da dos posibilidades de incorporar agua a su organismo:

- Ingestión: el animal toma agua directamente o a través del alimento; los alimentos de nuestras mascotas llevan agua en la siguiente proporción: Alimento seco (pienso) : 6 – 10 % de agua. Alimento enlatado: 68 – 78 % de agua.

Mediante la ingestión de agua o de alimentos, nuestras mascotas cubren el 90 % de sus necesidades diarias de agua; si el alimento de nuestra mascota es enlatado, es lógico que necesite beber directamente menor cantidad de agua que otro animal que se alimente exclusivamente con pienso.

Un perro bebe unos 90 ml por kilo de peso y día y un gato unos 45 ml por kilo de peso y día. Esto supone una relación de dos a tres (2,5) partes de agua por cada parte de alimento seco consumido.

- Metabolismo: el organismo del animal obtiene energía para realizar todas sus funciones a través de los hidratos de carbono, proteínas y grasas; estos nutrientes están formados por Carbono, Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno, que para “abreviar” se conocen como : C,H, O y N respectivamente. Para obtener energía, los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas deben “romperse en mil pedazos” quedando libres sus componentes (C, H, O y N) y produciéndose energía; estos componentes (moléculas) que se encuentran libres, pueden unirse para formar otros distintos a los que eran originalmente; si se unen dos moléculas de H (hidrógeno) y una de O (oxígeno), se formará una molécula de H2O, que, como la mayoría ya sabéis, es agua.

Por lo tanto, el organismo de nuestras mascotas tiene la capacidad de “fabricar” el líquido elemento a partir de otros componentes y a través de las reacciones que se producen para dar energía. Mediante este curioso “medio de fabricación” el animal cubre el 10 % de sus necesidades diarias de agua.

Para los más curiosos, decir que se forman de 10 a 16 gramos de agua por cada 100 kilocalorías de energía utilizada.

El agua que se encuentra dentro del animal puede localizarse en los siguientes “compartimentos”:

Intracelular: dentro de las células. Mas del 50% del agua corporal se encuentra dentro de los billones de células que forman el organismo de nuestras mascotas.

Extracelular: todos los líquidos situados fuera de las células constituyen los líquidos extracelulares. Suele constituir el 20% del agua corporal. Los líquidos extracelulares pueden localizarse:

. Dentro de los vasos sanguíneos: la forma líquida es el plasma, o porción no celular de la sangre.

. Intersticial: entre las células.

. Líquido cefalorraquídeo, líquido intraocular,…

PÉRDIDA DE AGUA

El agua que contiene el organismo de un animal no es constante, ya que entra por la bebida, se crea por metabolismo y también se elimina.

Podríamos distinguir dos tipos de pérdidas de agua:

- Fisiológicas: son pérdidas normales que no tienen ninguna relación con patologías o enfermedades; dentro de estas pérdidas fisiológicas tendremos:

. Orina.

. Heces.

. Sudor.

- Patológicas: son aquellas pérdidas que se producen por patologías o enfermedades; dentro de estas pérdidas tendremos:

. Orina: eliminación excesiva en determinadas enfermedades (diabetes, cistitis, piómetras…)

. Heces: eliminación excesiva en determinadas enfermedades (parvovirosis, gastroenteritis…).

. Vómitos.

. Hemorragias.

La pérdida excesiva de agua conduce a una disminución de la elasticidad de la piel del animal que podremos comprobar si la pellizcamos: si tras el pellizco la posición de la piel pellizcada se mantiene, el animal estará deshidratado; pero si tras el pellizco la piel vuelve inmediatamente a su posición, el animal estará en un perfecto estado de hidratación. Si la deshidratación alcanza el 15 % de la pérdida de agua y no se interviene con urgencia, el animal tendrá una muerte segura.

LA SED

La sed es la sensación responsable de controlar el agua corporal: es responsable del ingreso diario de agua. En el cerebro existe una zona responsable de esta función: el centro de la sed. Las neuronas de este centro recogen la información orgánica que delata la necesidad de agua, se estimulan y provocan en el animal la necesidad de consumir agua.

Los estímulos que provocan la sed son:

Deshidratación intracelular.

Pérdida de potasio.

Hemorragias severas.

Ejercicio.

Aumento de temperatura…

El animal consume agua y “siente” un inmediato alivio; su sensación de sed se ve calmada; la realidad nos indica que el desencadenante de la sed no se corrige hasta media o una hora tras la ingestión, que es lo que suele tardar el agua en ser absorbida y llegar a los líquidos tisulares. Como dato curioso comentar que un animal nunca bebe más agua de la que necesita; es interesante comprobar que un animal bebe la cantidad casi exacta que su organismo demanda.

MAYOR CONSUMO DE AGUA

Finalmente deberemos tener presente en qué condiciones puede nuestra mascota necesitar mayor consumo de agua, ya que con ello evitaremos desagradables sorpresas:

- Algunos animales tienen por costumbre beber más cantidad de agua que el resto, sin que ello tenga ningún significado patológico, sino solamente de “costumbres”.

- Alimentación con comida casera con variaciones en la cantidad de sal. Nuestro animal sufrirá los aumentos o disminuciones en la cantidad de sal de su alimento y lo demostrará con un mayor o menor consumo de agua. Esta es otra buena razón que debe hacernos pensar en la utilización de alimentos comerciales para nuestras mascotas.

- Ejercicio físico.

- Épocas de calor.

- Fiebre.

- Lactación.

- Diarreas.

- Vómitos.

- Orina en mayor cantidad y frecuencia.

- Hemorragias.

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