Nos encontramos ante uno de los órganos de los sentidos más desarrollados del perro y con una estructura ¡¡muy sensible!!… Es difícil encontrar un perro que no haya padecido alguna de las variadas patologías que suelen afectar a esta “especie de radar móvil”.
¿CÓMO ES?
El oído se divide en tres partes principales:
- Oído externo: una de sus partes fundamentales son los pabellones auriculares u orejas; son de variadas formas, tamaños y posiciones según la raza o estructura del animal.
Dentro del oído externo también nos encontramos con el conducto auditivo externo, que es el “tubo” que une el exterior con el tímpano (final del oído externo y comienzo del oído medio).
- Oído medio: comprende la membrana timpánica o tímpano, los huesecillos del oído (estribo, martillo y yunque) y la ampolla ósea (cavidad timpánica).
- Oído interno: compuesto por los laberintos óseos y el membranoso (responsables entre otras funciones del equilibrio), que se encuentran alojados en el hueso temporal.
EL PABELLÓN AURICULAR
Son las estructuras visibles del oído (dos pabellones), de tamaño y forma variada según la raza o estructura del animal. Poseen una parte cubierta de pelo (la parte posterior y convexa) y una parte sin pelo (anterior y cóncava).
El pabellón auricular esta formado por piel y cartílago, podemos decir que es como un “bocadillo” de cartílago entre dos “rebanadas” de piel (piel-cartílago-piel).
Para el correcto estado higiénico, debemos tener muy presente que nuestra acción de propietarios preocupados, es fundamental.
Podemos resumir las acciones a seguir en los siguientes puntos:
- Cepillado cuidadoso y suave de los pelos de la cara convexa o posterior: al igual que el resto de los pelos del organismo, los de esta zona pueden mancharse, mojarse… Y un cepillado adecuado es vital para su correcto estado higiénico y sanitario.
- Retirada de los pelos presentes en el inicio del conducto auditivo: muchos ejemplares, de muchas razas, tienen un gran acumulo de pelos en la entrada del oído; estos deben ser retirados de forma habitual para evitar patologías; es recomendable que antes de hacer esto por primera vez, consultemos la mejor forma con nuestro peluquero o con el veterinario.
- La higiene del oído debe ser una dinámica habitual (una o dos veces por semana); para ello evitaremos el uso de “bastoncillos” (podemos lesionar el tímpano) y solo administraremos productos que previamente nos recomienden los profesionales; nuestro interés higiénico en esta zona solo debe llegar a retirar la suciedad que veamos, no la que está “al fondo del agujero”.
- Evitaremos en la mayor medida de lo posible la entrada de agua en el oído; si bañamos al animal es casa, será nuestra responsabilidad, si es en la peluquería, los profesionales tienen el máximo cuidado para respetar la salud de tan delicada zona.
Gracias, muy buenos consejos para nuestros queridos peluditos. Sigan con estos consejos x favor
De nada Jenny Si necesitas conocer más acerca de algún tema solo pídenoslo. Saludos