La rabia es una enfermedad vírica infecciosa que acaba con la vida del animal en la mayoría de los casos cuando ya han aparecido los síntomas clínicos. Es una enfermedad que pueden padecer tanto animales salvajes como domésticos y también el hombre, es decir, es una enfermedad zoonótica.
De hecho, el ser humano la contrae normalmente a través de la saliva por medio de mordeduras o arañazos y en casi el 100% de los casos el virus por parte de perros domésticos.
Síntomas
El periodo de incubación de la rabia suele ser de uno a tres meses, pero puede oscilar entre una semana y un año, dependiendo de factores como la localización del punto de inoculación y la carga vírica.
Los primeros síntomas que notaremos son la fiebre acompañada de dolor o parestesias en el lugar de la herida. La parestesia es una sensación de hormigueo, picor o quemazón que aparentemente no tiene explicación.
A medida que el virus se propaga por el sistema nervioso central de un animal, se produce una inflamación progresiva del cerebro y la médula espinal que acaba produciendo la muerte.
La enfermedad puede adoptar dos formas:
- En la primera, la rabia furiosa, los enfermos presentan signos de hiperactividad, excitación, hidrofobia (miedo al agua) y, a veces, aerofobia (miedo a las corrientes de aire o al aire libre), y la muerte se produce a los pocos días por paro cardiorrespiratorio.
- La otra forma, la rabia paralítica, representa aproximadamente un 30% de los casos humanos y tiene una evolución menos grave y, por lo general, más prolongada. Los músculos se van paralizando gradualmente, empezando por los más cercanos a la mordedura o el arañazo. El paciente va entrando en coma lentamente y acaba falleciendo. A menudo, la forma paralítica no se diagnostica correctamente, lo cual contribuye a la subnotificación de la enfermedad.
Prevención
La rabia se puede prevenir administrando una vacuna. La vacunación de los perros, gatos y hurones es la estrategia más rentable para prevenir la rabia en su propietario. No solamente se reducirán los fallecimientos atribuibles a la rabia, sino también la necesidad de profilaxis tras la exposición como parte de la atención a los pacientes mordidos por perros.
El periodo de vacunación contra la rabia es:
1. Cuando el cachorro tiene entre 3 y 6 meses de edad se pone la primera vacuna.
2. En España es obligatorio repetir la vacuna una vez al año. La campaña suele ser en los meses de mayo y junio.
Respeta siempre los plazos de los refuerzos de las vacunas, especialmente durante el primer año. Si ponemos la primera vacuna pero nos olvidamos del resto, nuestro animal no estará prevenido contra la enfermedad.
Recomendamos especial prevención a las personas que conviven con animales domésticos y a aquellas que realizan actividades profesionales o personales en las que puedan tener contacto directo con murciélagos, animales carnívoros y otros mamíferos de zonas afectadas por la rabia. También a las que trabajan e investigan sobre esta zoonosis y aquellas que van a viajar a las zonas endémicas.