El jueves pasado nuestro equipo de urgencias tuvo que atender de nuevo a Rubi por una obstrucción del aparato urinario.
Y es que Rubi volvía a tener una piedra, esta vez alojada en la parte inferior de la uretra que le impedía orinar y todo ello le había provocado una fuerte cistitis. Tuvimos que ponerle sedarle para ponerle una sonda, vaciarle y limpiarle la vejiga y le inyectaron antobiotico y antiinflamatorio. Tras unos días críticos parece que Rubi esta empezando a remontar.
Ayer volvió a revisión, para realizarle una analítica completa y una ecografia. Los resultados de ambas pruebas han salido bien.
Rubi tiene muchas complicaciones urinarias debido a que es un gato discapacitado por una lesión en la columna de nacimiento que le afecta a nivel neurologico a la parte posterior de su cuerpo. No vacía por si solo la vejiga lo que le hace que acumule orina en ella durante más tiempo del normal.